San
Nicolás de María – Sede de Gobierno Papal, 28 de abril de 2012
EL PROBLEMA DE LA UNIDAD NACIONAL :
EL CONDUCTOR
Venimos desde hace un tiempo mostrando y exponiendo el
corazón de la doctrina nacional, impregnando en nosotros el proceso inevitable
de la revolución justicialista en este suelo. (ver http://pedrosegundoelultimopapa.blogspot.com.ar/)
Pero sucede que muchos hoy no pueden ver los signos de los
tiempos porque han perdido la continuidad de los sucesos que han acontecido en
nuestro pueblo.
Entonces cada secta o partido recuerda lo que le conviene
del líder al cual creen amar o seguir. Más bien su interpretación de lo que el
líder dijo.
Por ejemplo, los justicialistas hablan de Perón pero se les
ha perdido algo, que la evolución del proceso de la revolución da saltos, y que
el sistema demo-liberal burgués ha llegado a su fin.
Quisieron quedarse con la herencia y así se encargaron de
destrozar lo poco que quedaba, por eso Perón nos escribió a los jóvenes del
2000 aclarándonos entre otras cosas que nos dejaba sólo la doctrina.
Desde otro lado de la misma perspectiva y revolución, muchos
radicales han olvidado a Juan Hipólito del Sagrado Corazón de Jesús Irigoyen
verdadero líder, factor esencial de la unidad nacional en aquella época. El
mismo espíritu patriótico imperó en los dos y nos fueron marcando el camino.
Es ridículo el resaltar uno en detrimento de otro.
Si todos los argentinos podemos apropiarnos de la victoria
de los grandes de la Patria
sin caer en partidismos y deformaciones, la cuestión sería más simple. Si ese
triunfo del espíritu nacional es vivido-recordado por todos los argentinos y no
sólo por algunos.
La providencia en el tiempo iba a encargarse de manifestar
el hombre al cual nos sintamos llamados a seguir.
Muchos hoy dicen por la calle: El único que nos salva de
esta es Dios, y claro que es cierto, pero ¿Dios en dónde? En sus hombres.
Porque acá hay un tema simple, todos necesitamos conducción
pero a su vez cuando la posibilidad cierta se materializa nos queremos hacer
los tontos y hacer nuestra voluntad, porque la Patria nos demanda sus
exigencias.
Entonces esa idea de que sólo Dios nos salva, es esa idea de
que Dios acompaña, Es el Salvador, es un amigo pero de dar ordenes y
conducirnos ni hablar… y así estamos. Se olvidan lo primero, que Dios gobierna
a través de sus ángeles, yo diría a través de ellos en sus hombres.
Si se resalta un líder que no está, para congelarnos en las
diferencias y no en el triunfo común, estamos cagados.
El líder está. La oportunidad se va perfilando. Sólo nos
queda ayudar al destino. Y crear juntos la oportunidad.
El destino de la
Patria será, si podemos ver al hombre gris que viene con
simpleza y sentido común y que es Pedro Segundo Rolón. La necesidad es clara. La
profecía lo acredita. La oportunidad lo demuestra.
¿Quién puede reunir a los argentinos superando las
diferencias de sectores partidocráticos? ¿Quién puede reunir a los
trabajadores? ¿Quién puede hacernos ver los problemas y necesidades comunes? ¿Quién
puede poner primero los verdaderos intereses de todos los argentinos? ¿Quién
tiene el carácter y la tenacidad para hacer hocicar a los saqueadores de la Argentina ?
¿Qué líder no necesita de los votos de la falsa democracia
para exponer la política y doctrina común donde ningún argentino quede fuera?
¿Quién no tiene pelos en la lengua y falso respeto a los
traidores a la Patria ?
¿Quién vela por los intereses de los argentinos?
¿Qué funcionario no se enriqueció en su función pública?
¿Quién pone la verdad antes que la simpatía? ¿Quién le pone el cascabel al
gato?
Éstas son las preguntas que uno se hace cuando ve la
injusticia y la necesidad de que un hombre exprese la voluntad de todos, que
responda por todos.
La solución está presente…
Fernando J. Tadeo
Arango - Martha Eva Rolón
tadeozadquiel.blogspot.com
@tadeo_zadquiel