TENEMOS EL CONDUCTOR, SÓLO FALTA AYUDAR AL DESTINO
¡Quien quiera ver, verá! Lo que el Espíritu Santo realiza, y es
signo concreto de que la conducción superior
de la Santa y Nueva Argentina está presente en Pedro Segundo Rolón y los apóstoles de Jesús.
El Espíritu Santo ha hecho
maravillas a través de los elegidos, ha realizado para que los ojos del alma vean y sientan los cuerpos.
Una nueva DOCTRINA, la apreciación del Todo Bien, el Amor-Dios presente y
actuante en toda la Creación, en todos y cada uno de los hombres. Con especial predilección por los últimos,
los pecadores, como siempre, fiel a Su estilo, ha venido por los enfermos, para
levantarlos y hacerlos nuevamente dueños de la Creación.
El Corazón del Padre es el
pueblo, y las miserias de los hombres son el combustible para accionar la Mecánica de
la Gracia, mezclando en su justa y necesaria medida la tierra de las
miserias con el agua de la Gracia. Obteniendo así un barro maleable en las
Manos del Alfarero, la Tercera Creación.
Esto es la doctrina, y está
dormida en los corazones de los hombres. Rogamos al Espíritu Santo despierte a
todos.
Hemos sentenciado el fracaso y
muerte de este mundo tal y como lo conocemos, injusto y mentiroso. Y hemos decidido creerle a Dios, hecho
que permitió la revelación de un PLAN que abarca todos los aspectos de la vida
del hombre, para conquistar la felicidad de todos, el Reino de los Cielos aquí en la tierra.
Tenemos la certeza de que el Plan
del Padre, es el querer del Pueblo.
Y a realizarlo nos abocamos.
Las FORMAS DE EJECUCIÓN de este Plan son simples, se basan en hacer todo lo que el corazón manda, aceptando
que nada sabemos o que nada bueno ni malo puede venir de nuestra carne y sangre,
dejando actuar al espíritu de Dios en nosotros. Es simple en su enunciación,
pero es el combate diario por vencer la inercia de las costumbres que se pegan
al corazón de uno como sarro a una olla.
De esta decisión fundamental, se
desprenden las acciones consecuentes para crear las nuevas estructuras-odres que contengan todo el espíritu nuevo que
surge y surgirá del corazón del Pueblo.
Estos tres elementos, DOCTRINA, PLAN Y FORMAS DE EJECUCIÓN
son la muestra de que Dios ya triunfó,
y lo hizo por la docilidad y Fe en principio de Pedro Segundo y Liliana María,
y también por los demás elegidos que los acompañamos, porque seguimos nuestro
corazón.
Desde la conducción de Pedro y
los apóstoles queremos que este triunfo los alcance a todos, mostrándoles su
verdadero querer.
Toda nuestra vida está dedicada a traer el Reino de los Cielos a la
Tierra, nuestra tarea es allanar el camino de todos hasta la felicidad aquí
y ahora para todo aquel que quiera oír y ver. Para quien así no lo quiera, solo
hay llanto y rechinar de dientes.
He tratado de mostrar el porqué de la presencia del conductor,
las pruebas concretas de su presencia y su acción, para que cada uno descubra
que necesita un padre que lo conduzca, un amigo que lo sostenga, un hermano que
lo acompañe en la lucha.
¡Quien quiera ver, verá!
Bartolomé Jerónimo
Catriel