LA DESTRUCCIÓN
FUE JUSTICIA, EL RENACER ES MISERICORDIA POLÍTICA
San Nicolás de María, Sede de
Gobierno de la Santa y Nueva Argentina, 23 de enero de 2013
Es hermoso poder contemplar como Dios
conduce Su Política, y cuáles son las cuestiones que permite y hasta fomenta
para que podamos juntos desarrollar Su Plan.
No ha habido error en todo este
período de la instauración de la falsa democracia desde Alfonsín padre hasta
hoy. Si uno ve los sucesivos gobiernos se puede ver que:
Muchos que han sido funcionarios del
estado electos o no, han sido sagaces amasando su fortuna y muy pocos fueron
presos, ya que justamente la corporación judicial es la garante de la impunidad
de los políticos y claro, también ellos tienen sus preferidos.
Es que esta falsa democracia es muy
cara, ja. Sin plata no se puede hacer
política, dicen todos muy frescos.
También es cierto que no hubo tipo más
decidido que Carlos Menem, el martillo de Dios, encargado de destruir el estado
“papito”, las demolidas empresas públicas y liquidar la obsoleta y berreta industria
argentina, y a los trabajadores dándoles “plata dulce” para el deseo
desenfrenado de consumismo de todo lo importado.
Tal fue así que se hizo una revolución
a su manera, a la manera de la destrucción. Pasa que fue una trampa, pero ésta
no se hace solamente con un tramposo, se necesita también a los sonsos, y en la
década del 90 hubo millones que son tan responsables como los “avivados” de
golpe.
Así lo continuaron los Kirchner con
22% de votos de los que asistieron, sin contar los que no asisten al circo de
la farsa electoral, porque sino este porcentaje se reduciría más aún.
Varias acusaciones pesan sobre estos,
desde la desaparición de los fondos públicos de Santa Cruz depositados en
Europa, hasta los millones que sumaron en su llamada “carrera exitosa”.
Nadie hace tanta plata trabajando,
aunque si haciendo “buenos negocios”, como declaró públicamente Néstor Kirchner
en su momento, sin que ningún famoso
y mediático al servicio de los británicos saliera a preguntar nada.
Así
Dios permitió y fomentó que el gobierno y los restos del movimiento nacional
sean usurpados por logreros y ladrones, con el objetivo de que todos
reconozcamos nuestra impotencia. La
impotencia del sentir que los gobernantes no existen y son demasiados los incapaces,
de que la propia opinión e intereses no tienen peso, y que cuando es escuchada
es usada para el beneficio propio o
de círculo de ellos, la monoclase.
Entonces, ¿para qué llegaron los que ocuparon
el gobierno? Para corromper el cuerpo de la monoclase, para que todos los
funcionarios mueran a una forma de desarrollar el servirse de los demás, y para
que comiencen a servir en una nueva forma de gobierno o se vayan.
Todo esto llevó-lleva a la muerte de
la república, a la destrucción de la democracia falsa. Lo que muere así es una
forma vieja de gobierno, aquella que se hace sin la gente, el llamado sistema
demo-liberal burgués.
Para esto es necesario un nuevo modelo
podría decirse, aunque ya puesto en práctica en la historia.
El modelo de las Comunidades, donde
los miembros son artífices de su propio destino, anclados en la libertad y las
decisiones personales, que son así luego comunitarias.
Se
termina de esta manera la era de la comodidad, del engaño y los engañadores por
monedas con la pasividad de los indolentes (que nada les duele) que pretenden
vivir sin luchar.
Esto
es Misericordia, y es Política en el momento que se reúnen dos necesidades,
la del hombre pecador necesitado de Misericordia, en este caso los funcionarios
y los millones que lo permiten; los que se han robado lo que pudieron, con la
necesidad de Dios de dar Su Misericordia.
Cuando
estos dos extremos se reúnen en uno podemos vivir la unidad de Dios en sí mismo
santo-pecador como cualquiera y a partir de esto, desarrollar una nueva política.
Porque aquel
que desee Vivir la Misericordia, a la vez, su manera de darla es poniendo para,
por ejemplo, la Fundación de la Mujer o para un Fondo de Recuperación del
Patrimonio Nacional, ayudando así a desarrollar el Plan Nacional Único de Poder
Popular.
¿Para
qué declaraciones juradas presentadas a los ladrones-jueces-garantes?
El
arrepentimiento así es de hecho, una cuestión de cada uno con el Creador, que
tiene consecuencias políticas. No es cuestión de hablar nomás.
Por
esto escribimos hace un tiempo, los
mismos funcionarios que fueron serviles a la política británica serán
redentores de sí mismos, si quieren, siendo parte de la Unidad Nacional,
propiciando la liberación de la Patria. Con la marca encima y devolviendo las
migajas con las que se han quedado.
Tadeo
Zadquiel Fernando, Coordinador de La Agrupación Nacional La Madre
@tadeo_zadquiel
Tadeozadquiel.blogspot.com