San Nicolás de María-Sede de Gobierno Papal- Miércoles, 6 de Julio de 2011
EL MILAGRO DE LA UNIDAD NACIONAL
Me refiero a un milagro de los más grandes, el milagro del hombre que cree, ¿pero qué es lo que cree-creemos? Es fácil creer en un pulpo, lo más difícil es creer en Dios en los hombres pecadores, traidores y miserables como somos, todo esto es parte de la condición humana. Este es un gran milagro y habilita a aceptar la Unidad Nacional que ya es.
Nos encontramos en una situación similar a la de la multiplicación de los panes. Frente a un imposible para el hombre, en la impotencia.
El llamado que tenemos es darle de comer a los hambrientos, darles trabajo, salud, con el fin de Imponer el Reino de la Justicia.
Desde el Papado de Jesús, el Gobierno de Cristo Rey en Pedro Segundo-María Liliana con Joaquín y los Apóstoles de los últimos tiempos, hemos dicho, anunciado e invitado a la presentación del Plan Nacional Único de Poder Popular y han hecho oídos sordos. ¿No se dan cuenta que el trabajo a realizar es Una Nueva Argentina?
Su llamado, destino y misión es a ser conductores auxiliares del Rey Cristo Jesús y Él está dispuesto a perdonarlos y a perdonarnos entre nosotros. Es momento de empezar de nuevo.
Este cuerpo social necesita funcionar como tal. Cada uno de los que habitamos este suelo somos miembro de este cuerpo-familia que es la Patria. No podemos actuar cada miembro fuera del cuerpo, cada órgano esta sometido a un orden, a una armonía superior que le-nos permite desenvolver-nos en la función-misión con eficacia.
Este cuerpo social está enfermo y esta división interior es a causa de la acción parasitaria que se vive, algunos quieren subsistir en contra de otros mientras que somos un solo cuerpo.
La cabeza del Cuerpo de la Nación es el Papado de Jesús Pedro Segundo-María Liliana con Joaquín y los demás Apóstoles-esposas, por esto mismo hemos convocado a que se integren a la unidad nacional.
Las familias necesitan recuperar el orden donde el varón ocupe su lugar teniendo su trabajo digno y a la vez reconociendo el trabajo de la mujer de ama de casa, no solo con palabras, sino pagándole un sueldo por el trabajo que desarrollan sosteniendo al hombre varón, formando a sus hijos y cuidando de la casa. De manera que erradiquemos las contradicciones y enfrentamientos entre pares, y surja así la complementariedad, poniendo al mando a la mayor fuerza política de la época, las mujeres al comando y adelante.
Es que ya es así solo necesitamos potenciarlo, ordenarlo y encausarlo. Sino miremos alrededor y veamos como se componen las movilizaciones sociales por cualquier reclamo, las mujeres Marías hoy van al frente, encarnan y manifiestan el espíritu de lucha, son las que nos marcan las necesidades y nos empujan a hacernos cargo a los varones de la situación que vivimos.
¡Esto es una revolución es dar vuelta el desorden de raíz y poner las cosas en su lugar!
fernando_arango@yahoo.com.ar - Teléfono: 03461 -15397748 – Tadeo Z. Fernando Arango
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