jueves, 2 de junio de 2011

QUIEN QUIERA OÍR QUE OIGA, QUIEN QUIERA SEGUIR QUE SIGA...

San Nicolás de María-Sede de Gobierno Papal-La Santa y Nueva Argentina, 2 de junio de 2011






Quien quiera oír que oiga, quien quiera seguir que siga…
El que pueda entender que entienda lo que el Espíritu les dice…
Hace unos días escuchamos decir a la Señora Presidente: Algún día llegará el momento de que los grandes laboratorios rindan cuentas de su rentabilidad y ganancias.
Algunos días después el laboratorio Roche se ha encargado de echar a los delegados gremiales de la línea directiva, ya que estos se atrevieron a pedir aumentos de sueldos y mejoras en las condiciones de trabajo. No quisieron ser esclavos y, ¿qué pasa?
¿Nadie controla a los laboratorios?, hacen lo que quieren con una impunidad continua desde hace décadas. Han pasado distintos presidentes pero la política es la misma, el saqueo a los argentinos.
Al mismo tiempo, desde el Ministerio de Salud hacen la vista gorda y se dedican a publicitar la ley anti-tabaco, la ley pro-narcos. La hipocresía es tal que se dedican a combatir a los fumadores, mientras le dan rienda suelta a la movida de la marihuana, la cocaína y la efedrina, porque la coca en los baños de los bares y lugares públicos no tiran humo, no queda feo, ni daña el medio ambiente, ¿vio?
De paso le hago una pregunta a usted señora, a usted señor, ¡tan correctos! A vos pretensioso y engrupido: ¿nunca te preguntaste por qué en bares, restaurantes, hospitales y oficinas públicas nunca viste un puto cartel que diga: Prohibido drogarse o consumir marihuana o cocaína?; ¿me van a decir que no te diste cuenta? Lo peor es que la manipulación propagandística y la estupidez hipócrita son tan inmensas, que en verdad muchos no se dan cuenta. ¿En qué país viven?
Eso sí, estos genios sancionaron una ley obligando a sacar los saleros de las mesas de los restaurantes. ¡Qué problema!, ¿no?, ¡y pavada de solución! ¡Estamos orgullosos, ja!
Mientras el común de la gente paga sobreprecios por los medicamentos a causa de las abusivas ganancias; todos hacen lo que los laboratorios les dicen. Es claro, muchos funcionarios tienen otros patrones, simulan defender y promover la salud de los argentinos pero sus intereses son otros. Varios tienen compromisos amistosos con los narcotraficantes, y frente a ese problema nada dicen evidentemente por sus intereses comunes e inconfesables.
En verdad, ¿quieren-queremos enfrentar el tema?, ¿o sólo fue-es una manera de decir? Y esto es una pregunta para todos, porque es un problema a afrontar juntos, nada tienen que ver en esto los partidos políticos, es una preocupación de un Gobierno de Unidad Nacional, porque el interés es común, y sí podemos abarcar las diferencias y ocuparnos de lo que a los argentinos en verdad nos interesa.
Frente a este problema tenemos una solución. El problema es político, de una decisión política, y la pregunta es: ¿Quién o quienes están dispuesto a pagar el precio del servicio, de la lucha y de la justicia?
No sé si están dispuestos a hacerlo quienes hoy se matan por figurar como candidatos, por ocupar un cargo. Pero si no están dispuestos a hacerlo, lo mejor es que den un paso a un costado y dejen a otros tibios que ocupen sus lugares, así esta crisis se profundiza más hasta que los argentinos no soportemos más y hagamos sonar el escarmiento abandonando la gran torpeza para comprender.
¿Qué creían? La tontería de pensar que hay unos malos que se deben reemplazar por los buenos. ¿Dónde están los buenos? Simplemente “malos y buenos” piensan que se puede jugar con la salud de los argentinos, con la vida de un pueblo; no son serios ni realistas.
El hartazgo va llegando al límite mientras estos se restringen a repetir el mismo disco rayado de propuestas vacías que a nadie le llega. ¿Están dispuestos a aceptar la Ayuda de Dios-sí mismos?, ¿o pueden solos?
Los estoy tratando como son: personas comunes, ya que por ser servidores-políticos no dejan de ser débiles como yo y como cualquiera. No importan las cuestiones personales o de círculo-secta, tengo-tenemos problemas más grandes que son el destino de esta Patria bendita, mi-nuestro anhelo es la grandeza de este país. ¿Qué son?, ¿servidores o kapos dedicados a controlar-someter a sus propios hermanos?
Creo-creemos que ha llegado el momento de la Justicia, de que nos apropiemos los argentinos del regalo que Dios Padre nos ha dado. Necesitamos encontrarnos en la unidad y no importa quien deba dar el primer paso para encontrarnos. Lo importante es que Dios Padre ya ha tomado la iniciativa, Él nos ha dado a Su Hijo, ese es su Amor, ¡Y ÉL ES EL QUE CONDUCE!
Necesitamos, como ha dicho la Presidenta Ana Cristina, hacer real la producción propia, la distribución-logística de los alimentos y medicamentos. La salud es algo muy serio para dejarla en manos de especuladores y asesinos, y en manos de “políticos profesionales”.
Porque a pesar de todo tenemos gente capacitada que cuando es conducida da sus frutos, y si los vigilamos, suelen ser mejores. Los argentinos necesitamos creer en nosotros mismos, como Cuerpo funcionando juntos, como hermanos desterrando definitivamente de este suelo y de nuestros corazones las ideas colonizadas de que “lo nuestro no puede andar”; con ese cuento durante décadas se han encargado de robarnos nuestro Patrimonio.
Necesitamos tomar la voz cantante en los laboratorios, de manera que nosotros los argentinos decidamos ¿Qué producir? ¿Cuánto? ¿Cómo? y ¿Dónde?
Pongámosle a los laboratorios una fuerte regulación que los encuadre y obligue a cumplir con las normas que se establezcan, de manera que comiencen a devolver lo que se están robando, y sean controlados por las mismas madres y familiares de los enfermos necesitados de los medicamentos, de manera que encausemos el espíritu de lucha de las mujeres-María que quieren pelear por los suyos, unidos al Ministerio de Salud y los discípulos profesionales y supervisores independientes.
Con estos mismos ingresos creemos un Fondo de Inversión Productiva, que nos permita un nuevo sistema de producción, distribución y consumo cubriendo las necesidades básicas de la población.
Mientras preparemos equipos de gente capacitada que seguramente contamos, y formemos nuestros propios laboratorios, produzcamos los medicamentos necesarios al costo y distribuyámoslos según necesidad, de manera que un Nuevo Estado de la Justicia, se haga cargo de manera completa de la salud, a través de los discípulos de Jesús, que se encargarán de la logística, llevando la esperanza en el medicamento concreto y en un nuevo amanecer, reuniendo la prédica en el hecho mismo.
Por ejemplo: Los enfermos hemofílicos necesitan una ampolla que estos buitres venden a $50.000, nosotros podemos producirlo seguramente y sin ser exagerados mucho más barato, con la misma o mejor calidad.
En verdad, a los inversionistas privados no necesitamos echarlos, solamente que produzcan lo que necesitamos para los argentinos, y luego por el mismo desarrollo y propio crecimiento, exportaremos, una vez que se haya sanado-saldado la deuda interna que tenemos con nuestro pueblo.
Si el Estado de la Justicia hace el control de gestión permanente de los laboratorios comunitarios y los privados, podemos tercerizar la gestión de los primeros para que no ocurra lo mismo que con las empresas públicas que fueran privatizadas, más bien regaladas, en la década de los noventa.
Así aseguramos-controlamos a los nuestros que no ocupen el lugar de los opresores y se tienten a llevarse lo que no les corresponde. Es sencillo, muchos patriotas trabajan en los laboratorios extranjeros, no tienen otra, es cuestión que en ellos se manifieste-manifestemos el espíritu nacional, les paguemos lo justo y necesario, más aún que hoy para ser esclavos de Amor de esta Patria, que ellos hagan lo mismo donando el Don que Dios ha puesto sobre ellos.
La medida de cuantos son los laboratorios a crear, veámoslo, estudiémoslo, decidamos y ejecutemos. Démosle la salud que merece y necesita nuestro pueblo. Mientras tanto, sigamos juntos viendo-buscando cuales son las causas interiores que producen dichas enfermedades; todas. Porque la mayor inversión necesitamos realizarla en materia de prevención.
En situaciones de crisis e incertidumbre suele salir lo más oculto que hay en nuestros corazones y en esta crisis mundial que es oportunidad para la Argentina, lo que necesitamos, es aprovechar la oportunidad política-económica-social, para restablecer el orden, el orden de la Creación de Dios en todo, ayudándolo a que Él instaure Su Reino e Imperio de Su Sagrado Corazón.
Necesitamos encontrarnos y discutir las medidas necesarias a tomar. Jesús, María, Dios Padre y el Espíritu Santo nos han dictado un Plan de Gobierno que está en nuestras manos y necesitamos ponerlo en ejecución juntos, para que reine Cristo Rey que Viene en Su Nuevo Nombre Joaquín, a través de Su Papa Pedro Segundo-María Liliana y los demás Apóstoles-esposas.
Trinidad de Conducción del Rey Cristo Jesús-Fernando Tadeo Zadquiel, Ministro de Salud del Rey Cristo Jesús Joaquín
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